Que la regla se corta con el agua cuando te duchas o te bañas en la piscina o en el mar forma parte de esos falsos mitos que nos persiguen a las mujeres generación tras generación. En Cyclo seguimos trabajando para desmontar falsas creencias sobre nuestra menstruación porque, para nosotras, no hay mayor libertad que estar informada y vivir con conciencia. 

Analizamos los efectos que el agua tiene sobre nuestra regla y por qué ocurren estos cambios. 

Como te contamos en este post de Cyclo sobre mitos en torno a la menstruación, lo cierto es que no dejas de menstruar mientras te duchas o te bañas en la piscina o la playa. Sin embargo, muchas veces sentimos que paramos de manchar o que nuestra regla es mucho menos abundante durante el baño. 

Este efecto temporal que produce el agua tiene una explicación científica y no interfiere en absoluto en nuestra salud menstrual. Pero la realidad, a día de hoy, es que aún muchas mujeres en situación de pobreza de higiene menstrual siguen pensando que no deben ducharse cuando están menstruando. Al mismo tiempo, muchas de nosotras todavía evitamos bañarnos en la piscina o en el mar cuando tenemos la regla. 

¿Qué efecto tiene el agua en nuestra menstruación?

Por si aún tenías dudas, debes saber que puedes bañarte muy tranquila porque sumergirse en el agua del mar o en una piscina no conlleva ningún riesgo para nuestra salud menstrual, sino todo lo contrario. 

De hecho, dejarse llevar por la ingravidez del agua y nadar, además de ser un placer como pocos, puede ser un recurso fenomenal para calmar los calambres, la inflamación u otras molestias menstruales habituales. 

Cuando nos bañamos, la menstruación se pausa ligeramente por varias razones. 

• Mientras estamos sumergidas en agua, la atracción gravitacional disminuye, por lo que la sangre menstrual fluye más lentamente por el organismo. Por ese efecto de gravedad, la sangre tarda más tiempo en bajar hasta la vagina. 

• El contraste de temperatura del agua (generalmente más fría que la del cuerpo) hace que los vasos sanguíneos se contraigan y deje de fluir sangre al mismo ritmo durante un momento. Los músculos pélvicos y vaginales también se contraen por efecto del frío, conteniendo el flujo menstrual.  

En cuanto recuperamos nuestra temperatura corporal habitual, el flujo de sangre recupera la normalidad. 

La regla “se corta”con agua caliente, agua fría, ¿o ambas?

Si nos bañamos en agua fría: Cuando nos bañamos en aguas con una temperatura inferior a la nuestra, nuestros vasos sanguíneos se contraen y se reduce levemente la cantidad de sangrado. Una vez que salimos del agua, la temperatura corporal se autorregula y el sangrado vuelve a comportarse de forma normal. 

Si nos bañamos en agua caliente: Si el agua está unos grados por encima de nuestra temperatura corporal, el efecto que se produce es el contrario. El agua caliente hace efecto vasodilatador, lo que provoca que se alivien las molestias y la sangre fluya mejor. Por eso, se produce mayor sangrado menstrual mientras estamos en contacto con el calor. Este efecto, al igual que el del frío, es temporal y desaparece unos minutos después de salir del agua. 

¿Qué dice la ciencia sobre el mito?

La ciencia explica el efecto levemente ralentizado que el agua del mar o la piscina provoca en nuestra menstruación, pero no existe ninguna base científica que apoye el mito de que la regla se corta cuando te bañas. 

El problema de los mitos es que se heredan de madres a hijas. En el caso del agua y la menstruación, hay muchas falsas creencias que se han arrastrado hasta hoy en día, como el hecho de que es peligroso bañarse con la regla, que no es higiénico, que es incómodo, que después del baño los dolores menstruales aumentan y otras muchas historias imposibles. 

Puedes bañarte con la regla: cómo gestionar la menstruación en el agua

Ahora que tenemos claro que no existen impedimentos para disfrutar de un buen chapuzón mientras tenemos la regla, podemos analizar cómo gestionar la sangre menstrual de forma sostenible para disfrutar sin ataduras a la hora de bañarnos en la piscina o en el mar. 

• Puedes practicar el free bleeding: es decir, aprender a dejar fluir la sangre sin ponerle ningún tipo de barrera de retención. Hasta que la tengas bien controlada, la mejor manera de empezar a practicar esta técnica en una piscina pública o en la playa es probarla en los primeros o últimos días de la menstruación para que sea más sencillo controlar el sangrado. 

• Utilizar un bañador menstrual: Los bañadores menstruales Cyclo  te permiten expresarte libremente, sin preocuparte por manchas, incomodidades o limitaciones. Porque menstruar no es una limitación, es una oportunidad para conectar contigo misma y cuidarte. Tienes la opción de bañador entero o la braga bañador menstrual, para disfrutar plenamente de la piscina o la playa. También son perfectos para bucear con total tranquilidad y comodidad. 

• Confiar en la copa menstrual: La copa Cyclo es maravillosa para bañarse y nadar en el agua porque no absorbe fluidos y es cómoda, segura e higiénica. En este artículo, Copa menstrual en la piscina y la playa, encontrarás todo lo que necesitas saber sobre el uso de la copa en estas situaciones. 

En Cyclo pensamos que solo hay una manera de derribar todos estos mitos y es la educación menstrual. Por suerte, las cosas están cambiando y las nuevas generaciones reciben cada vez más información sobre higiene menstrual y sobre los nuevos métodos de protección, lo que se traduce en un incremento de las mujeres que ya viven la regla con naturalidad y no como algo de lo que haya que avergonzarse. Cada vez, somo más las que vivimos al ritmo de nuestro ciclo. 

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